Una novedad que no es nueva

A pesar de que más de uno me ha echado la cruz por no dar señales en todos estos meses, debo deciros que, desde Agosto, he cambiado mis entornos: de trabajo, de casa, de ciudad, ¡de país!

Por motivos ajenos a mí, me encuentro de vuelta en mi querida Alemania (qué cosas) muy feliz y aunque no publique (de veras lo siento) sigo conectada con el mundo.
Hoy mis divagaciones tienen tintes sociológicos y quizás críticos sobre la sociedad en la que vivimos. Volver a estar fuera de España me permite tener presentes distintas pautas de comportamiento comparables con las españolas.

Punto 1: Lo principal, los chismes.

Una de las muchas cosas buenas (aunque no sólo tenga cosas buenas) de este país es que la gente no se mete en la vida de los demás. Son sociables (de otro modo, pero lo son) pero respetan mucho las libertades individuales. Cosa que me demuestran a diario que allí no se hace: muy poca gente se interesa por si estás bien o por tus éxitos, van sin tapujos a preguntas personales.

"¿Tú cuánto cobras?" Por ejemplo es una de ellas. Y te encuentras ante un callejón sin salida porque aunque no tienes porqué contestar, evitas ser tan ordinaria preguntando ¿y a ti qué mierda te importa?

Ayer, hablando por skype me contaban otra escena: encuentro entre dos personas de la misma urbanización (entre las que solo hay un trato correcto de saludos cordiales)

"¿Te has separado, no? Veo que sacas al perro sola y he dicho, a ésta la ha dejado el marido y se han separado" Tal cual como os estoy contando

Felicitación por mi cumpleaños a través de una red social: ¡Feliz cumpleaños! ¿Cómo estás? ¿Cómo se llama la ciudad dónde vives ahora? ¿Estás trabajando? Si hay una oportunidad más clara para preguntar, por favor, avisadme.

Sin ir más lejos, se está organizando una quedada para antiguas compañeras de clase (que se ven por la calle y apenas se saludan) y es una algarabía, todo el mundo está deseando verse. Seamos honestos: te sugieren todas las semanas como amiga a una antigua compañera de clase que ni fú ni fá de la que pasas y sin embargo ¿te mueres de ganas por quedar a cenar en Navidades? Y así día tras día, las redes sociales se han convertido para muchos mortales en su ventana de cotilleo diario, me da pena que no tengan una vida plena y necesiten escudriñar vidas ajenas para sentirse algo mejor.

Punto 2º Las envidias y competencias: Noto como también existe más presión, todo el mundo quiere un coche mejor que el de otro, unas vacaciones más espectaculares, un novio más guapo (aunque te sea infiel), un bolso más caro, más ropa... materialismo. Bien es cierto que desde el blog soy la primera que habla de cosas materiales, pero no me dejo nunca atrás la primacía del bienestar personal, el buscar tu sitio sin pisotear a nadie. Estoy convencida que las personas incluidas en el anterior grupo no les hace ilusión el coche o el bolso, si no presumir de él. Aún me acuerdo de la compra de mi bolso favorito (un Andy CH) con parte de una paga extra: lo disfruté hasta la saciedad, me encanta ese bolso porque me parece bonito, es cómodo y porque me lo he puesto tanto que si pudiera hablar, ¡contaría historias de todas partes!

He sido testigos de bodas con más invitados que a la Boda Real en la que se evidenciaba un agudizado interés de los novios por "hacer caja" ya que no mostraron interés en la organización de tan especial momento. Y al mismo tiempo, invitados que aunque ansiosos por formar parte del "grupo escogido" dan regalos que es mejor no hacer ( hablo de 5 miembros de una familia regalando 20 euros)
A lo que iba que me pierdo, creo que esta sociedad está moviendo a las personas en unas corrientes vacías de sensaciones negativas. También creo que somos muchos lo que "escapamos" y huimos hasta tierra firme.

Desde aquí mi visión:

Sé feliz centrándote en tu vida, en buscar cosas positivas y alejándote de personas que no te aporten nada. Ahora se acercan fechas de las que muchos se quejan como una burda estrategia comercial, afirmo que depende de las personas. Si crees en la verdadera esencia de las cosas podrás disfrutar de unas fechas entrañables escapando a lo comercial, material e hipócrita. No hay que hacer regalos de 100 Euros (muchos dirán qué porqué hacer regalos, incluso) cualquier momento es bueno para tener gestos agradables, pero se pierde la noción de que hay cosas muy baratas y que alegran los días:

• Envía postales a alguien a quien quieres (y que no necesariamente esté lejos de ti)
• Regala una foto dedicada en la que salgas con esa persona importante para ti
• Prepara una cena o dulces ricos
• Graba un cd con sus canciones favoritas
• Da abrazos, sé cariños@
• Dedícate media hora al día para ti, para caminar, para cantar a todo grito, para tomarte un té, para hablar con una amiga 
• Anda descalza
• Aunque no sea tu mejor momento, no te lamentes, todo mejorará
• Y ¡Sonríe! 

Quien prefiera cotillear, competir vilmente o presumir es definitivamente muy pobre.

¿Qué opináis vosotros? ¿Notáis como yo ese cambio en la gente?

Fotos: Zuberbilder.de , Vorlagen kostenlos