Cierra los ojos...

...Y pide un deseo.
No he sido nunca una entusiasta de mi cumpleaños, pero lo que sin duda me encanta de ese día es soplar las velas de la tarta y pedir mi deseo. La mayoría de la gente utiliza las velas sólo en celebraciones o momentos muy puntuales. Yo creo que las velas hay que utilizarlas todos los días. Desayunando, en el momento de un baño relajante tras un largo día o disfrutando de un buen libro en el salón, las velas ayudan a hacer más intensos esos momentos. Si son perfumadas conseguimos además que relajen nuestros sentidos y que creen el ambiente ideal para tomar un té, una cena romántica o una fiesta interesante. Lo importante es saber escoger las formas, tamaños y perfumes adecuados para cada ocasión así como elegir el mejor sitio dependiendo  del momento.
Podríamos optar por algunas de las marcas más reconocidas en velas, como son: Diptyque, MEMO, Acqua di Parma, Campos de Ibiza, L'Occitane con amplia variedad de fragancias y muy elegantes o para dar una nota diferente como las Malin-Goetz con fragancia a Mojito o Cannabis.




Muchas firmas de moda y decoración se han decidido por la creación de velas perfumadas, entre ellas podemos encontrar las elegantes de Ralph Lauren, las románticas de Laura Ashley, las de aire masculino de Giorgio Armani y ¡muchas más!

                                           


Si las ya nombradas os resultan más complicadas de comprar (encuéntralas en Isolée), siempre podéis recurrir a las accesibles y económicas velas de Zara Home o Ikea.


Aprovechad desde hoy a encender una vela (recordad, siempre con cerillas), relajaos aunque sea por un minuto y... pedid vuestro deseo.

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