¿No os ha ocurrido nunca que recordáis algo y en cierto momento descubrís que teníais un recuerdo erróneo de cómo pasó en realidad? ¿por qué a veces pensamos que algo salió mal por determinada razón y 'rescatando' acontecimientos nos damos cuenta de que llevamos tiempo con una sensación equivocada?
Eso me ha pasado a mí. Dicen que la curiosidad mató al gato, pero a mí me ha dado la vida unas cuantas, aunque no ha sido ésta. Pasan las cosas, a veces tan rápido que reaccionas y no te da tiempo a memorizar lo ocurrido porque te encuentras inmerso en un devenir de acontecimientos. Y acabas con una conclusión y te hace daño hasta pensar en ello; después, pasado mucho tiempo descubres que la conclusión que has asimilado hace tiempo es una farsa: no se corresponde con la realidad. ¿Y ahora qué hago? tengo dos opciones: seguir con mi idea equivocada que, aunque me hizo mucho daño en su momento, ya la tengo algo asumida, o sentirme vacía por unos minutos y obligarme a entender que fue más culpa mía de lo que yo pensaba, que lo tenía todo más a mi favor de lo que sentía y que en realidad sólo me limité a dejar claro que no quería seguir con eso.
Yo misma. He sido pricipalmente yo. Me he tenido que dar cuenta un año después y todo por ser curiosa. No sé si me ha servido de algo, aunque lamentarme tampoco es de utilidad. No me suelo arrepentir nunca de nada, pero saber la verdad me ha hecho mucho daño esta vez. Creo que me voy a tomar una copa de gin tonic y brindaré por mi estúpida ceguera momentánea.
Comentarios